Las bodas de invierno no le gustan a todo el mundo, al implicar el frío y la incomodidad de
la época. A pesar de los episodios de frío, las bodas en invierno tienen su
encanto especial, lo único que hay que hacer es ponerse encima del vestido un
buen abrigo y un par de guantes.
Con una boda en
invierno, la primera misión es que te mantenga cálida, por lo que lo mejor es
un vestido cubierto o con mangas. Un vestido abrigado puede tener el escote de
palabra de honor, lo único que hay que optar por una chaqueta.
Si el vestido
tiene adornos, lo mejor es que utilices la gasa fina para que te envuelvas los
hombros y los brazos. Pero si el vestido es liso, puedes decantarte por un
abrigo con encajes y con detalles de pedrería.
Los zapatos deben
tapar bien el pie para que no pases frío, también hay modelos de botas muy
modernas para que las novias las lleven debajo del vestido y para tener mayor
comodidad que los tacones.
El maquillaje
debe ser natural o que la base sea de tonos pastel y fríos para que tu piel
esté acorde a la época. Aunque en invierno no llevarás tocados de flores, en
estas fechas podrás llevar joyas frías como los diamantes y brillantes.
No olvides
celebrar el banquete en un salón con buena calefacción para que nadie se queje
por el frío. Lo mejor es un salón acondicionado, ya que las masías, parques y
restaurantes no pueden estar totalmente preparados para el frío y así evitas un
mal momento a los invitados.