Lo ideal es estar relajada las últimas semanas previas a la boda. Para lograrlo recomendamos que hagas un calendario para lograrlo, y que este tenga una previsión de un año antes donde se tiene que hablar con la pareja y abordar los temas más importantes que son la fecha del enlace y el presupuesto con el que se cuenta.
Un año antes de puede hacer una lista de pre invitados, elegir el estilo de boda para así ir mirando los accesorios decorativos. También un año antes hay que elegir si la boda será por la iglesia o el juzgado para así reservar la fecha, y también del lugar del convite si es un restaurante, hacienda u otro tipo de local.
Mientras que seis meses antes lo mejor es empezar a buscar el traje de los novios, elaborar una lista definitiva de los invitados, y hablar con el lugar del convite para así hacer una prueba del menú. Con cuatro meses de antelación se debe buscar el fotógrafo, y el destino de luna de miel, recuerda que si compras con tiempo podrás adquirir buenos precios. Y también se deben encargar las invitaciones para proceder a enviarlas.
Cuando falten tres meses se deben confirmar los invitados, así se podrá valorar si se necesita algún tipo de autobús para desplazarlos. También hay que buscar la documentación para los trámites en caso de que la boda sea religiosa o civil, y comprar los detalles de regalos para los invitados.
Dos meses antes se debe confirmar el pago del viaje de novios, encargar las alianzas, ultimar detalles como el ramo de novia, etc. Un mes antes se debe concretar los menús, hacer las pruebas de peinado, vestido, maquillaje, e ir a un spa para un tratamiento de belleza y relax.
Imagen: aawevents
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