Si ya te han entregado el traje de novia, debes cuidar del vestido de todas las personas que vivan en tu casa. Cuando te lo entreguen estará impecable, así que cuando lo lleves a casa, cuelga de los tirantes, así evitarás que el vestido se arrugue o que haya cambios inesperados.
Asegúrate que el largo del vestido es el correcto, así no lo dañarás. Tampoco lo dejes guardado dentro de una bolsa de plástico. No lo toques aunque te corra la tentación, así evitarás mancharlo o dejarle restos de suciedad. Y si el vestido tienes que plancharlo, lo mejor es llevarlo a una tienda especializada. Si la boda es en la playa, evita que la tela sea de seda, ya que esta combinación y el agua salada no son amigas. Y evita a toda costa que el vestido esté al alcance de los más pequeños.
Durante la boda debes cuidar tu vestido, aplica el maquillaje, los desodorantes y perfumes para evitar manchas en el vestido. Si te ha caído alguna mancha de comida o bebida, no apliques ningún producto quitamanchas y llévalo a limpiar a una lavandería especializada.
Después de la boda, comprueba en qué estado ha quedado el vestido. Te recomendamos que lo limpies cuanto antes a la tintotería. Cuando ya tengas el vestido limpio, la mejor opción es que lo guardes en una caja de cartón resistente. No lo guardes dentro de una bolsa, si guardas tu vestido tendrás un hermoso recuerdo.
Imagen: flickr.com
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