Cuando decidimos casarnos, son muchos los detalles de los que nos tenemos que ocuparnos y preocuparnos. Están los preparativos propiamente dichos, como preparar la lista de invitados, la lista de bodas, entregar las invitaciones, contratar el restaurante para la celebración, la música, y las fotos. ¡Ay! Las fotos.
Ese reportaje que será el primero de nuestra vida de casados y gracias al cual podremos recordar el día más felices de nuestras vidas. Por eso, el reportaje de nuestra boda tiene que ser, sencillamente, perfecto. Para eso, lo mejor es contratar al mejor fotógrafo, o en su caso, confiar en algún amigo que entienda de fotografía y nos haga unos retratos espectaculares. Para ello se tienen que tener en cuenta una serie de aspectos.
Uno de los principales aspectos es la luz. El fotógrafo debe jugar con la luz para conseguir el efecto deseado. Por eso, debe evitar a toda costa el contra luz y jugar con los contrastes y las diferentes tonalidades del entorno.
Y hablando de entorno, para que nuestro reportaje de fotos de boda sea perfecto, debemos elegir lugares que para nosotros sean especiales, como el lugar en el que conocimos a nuestra pareja o donde nos dimos el primer beso.
También podemos combinar escenarios de interior con otros de exterior para conseguir una mayor variedad de fotografías e integrar algunos elementos originales para que conseguir una sesión de fotos especial con la que recordemos el día de nuestra boda con una enorme sonrisa en nuestros labios.
Imagen: flickr.com
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