Uno de los días más
felices de nuestra vida, al menos para algunas personas, es el día
de nuestra boda. Desde que decidimos casarnos con el que será el
hombre de nuestra vida hasta que llega el momento de dar el sí
quiero, son miles de detalles y preparativos previos los que tenemos
que hacer para que todo salga como siempre lo hemos imaginado. Y
entre tanto preparativo y ajetreo, seguro que no siempre tenemos
tiempo para mantener una dieta equilibrada.
El estrés pre boda es el
principal causante en algunas ocasiones de que tengamos unos kilitos
de más o de que nuestra figura se resienta. Por ello, en caso de que
no estemos contentos con nuestra figura debemos trabajar para
moldearla antes del gran día bien con una dieta para perder kilos o
con una para mantenernos en forma.
Si nos ha cogido el toro
y contamos con poco tiempo antes de la boda, lo mejor es hacer una
dieta de choque. Eso sí, siguiendo las precauciones para evitar el
efecto rebote. Así, podemos empezar a hacer nuestra dieta tomando
para el desayuno una infusión de leche, una tostada con pavo y
alguna pieza de fruta, como naranja o piña.
Para la comida es
importante tener algún alimento con proteínas como el pollo o el
pescado y algo de verduras bajas en azúcar como las espinacas, la
lechuga o los espárragos. Podemos alternarlos con otros alimentos
como los champiñones y las setas. Y para la cena es ideal tomar una
pieza de fruta como la piña. Eso sí, las dietas por sí mismas no
hacen milagros y debemos combinarlas con ejercicio físico adecuado.
Así conseguiremos un cuerpo espectacular para el día de nuestra
boda.
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